El bien más preciado que tenemos las personas es la libertad. Pero ese bien tan preciado que tenemos se pierde cuando, por no confiar en nosotros, en nosotros mismos, corremos detrás de cualquiera que hace algo que admiramos, máxime cuando, como casi siempre suele ser el caso, se trata de gente común & corriente.
¿O es que creemos que los maestros auténticos, me refiero a los maestros espirituales genuinos, van por ahí contando sus particulares hazañas? Que yo sepa, por muy meritorias que éstas sean, ningún maestro verdadero, ningún maestro ascendido quiero decir, ningún avatar tampoco, ha escrito nada sobre sí mismos. Pues todavía no conozco de ningún maestro que haya hecho eso, ni siquiera de ningún discípulo avanzado, conozco que haya hecho algo semejante.
Lo que ocurre es que todos estamos muy ansiosos de ser “alguien”. Y tanto si nos movemos en el puro ámbito de la materia, como si nos movemos en la parcela de la mente o en la del espíritu, la mayoría seguimos estando ansiosos de reconocimiento personal. Es por eso mismo que, cuando un maestro de verdad se nos acerca (en Madrid hay uno, aunque nadie sabe quién es), la energía que ese divino ser irradia afecta a todos aquellos que se hayan situados en sus cercanías.
Y qué duda cabe que esa poderosa energía produce en ellos verdaderos milagros de percepción e inspiración. Ya que ese radio de acción puede abarcar a un país entero & aún más. Así que no es de extrañar que en estos tiempos que corren (catorce maestros hay encarnados en el mundo, eso aparte de unos cuantos avataras) salgan maravillas de hasta debajo de las piedras.
Así, por ese motivo, por la proximidad física de esos grandes seres, ocurre que muchas personas normales & corrientes, iniciados de primer grado como mucho, están teniendo experiencias maravillosas. Entre ellas una extraña capacidad para comprender la realidad tal como es.
Algunos comienzan a recibir flashes mentales de esa realidad superior & se maravillan de poder entenderla. Pero claro está que sorprendidos por lo que experimentan en sí mismos, ignorantes de lo que realmente les está pasando, no tardan en creerse “especiales”. Pero lo cierto es que son hombres & mujeres normales & corrientes, sólo que, eso sí, respondientes a la energía del verdadero maestro.
¿O es que alguien en su sano juicio, que tenga un juicio espiritual elevado quiero decir, que conozca lo que está pasando en estos momentos de la historia de la humanidad, puede creerse que un maestro genuino, con al menos cinco iniciaciones planetarias, pueda vivir en pareja & tener con ella actividad sexual alguna? Eso es algo que sólo se lo pueden creer aquellos que no tienen ni idea de lo que es un maestro, ni de lo que es Dios realizado.
Un maestro verdadero, un maestro real, esto es un maestro ascendido, con cinco iniciaciones planetarias como mínimo, es alguien que no come, ni bebe, ni duerme, ni mucho menos fornica. Es por eso que todos aquellos que, espoleados por sea cual sea la causa (que de todo hay en la viña del Señor) escribimos de o sobre la auténtica realidad existencial, por elevado que sea eso que escribimos, sólo somos hombres comunes más o menos despiertos que estamos respondiendo a la energía irradiada por el maestro. Pero eso es todo. A eso se reduce toda nuestra “importancia”.
Y según sea el grado de conciencia despierta de cada cual, según sean también sus auténticas motivaciones, su autocontrol & su sinceridad para con la vida toda, según sea su intencionalidad, así será la visión de la realidad que esa persona tenga & transmita. Y es seguro que, quien diga de sí mismo ser Dios, es de todo menos eso. Lo cual no quiere decir que todo lo que diga esa persona sea falso. Pues qué duda cabe que mucho de eso que diga, que sin duda le ha podido ser inspirado (aunque no lo sepa) procede del maestro & es más o menos auténtico.
Aunque no debemos caer en fenomenologías, pero estas experiencias alientan por un lado (cuando uno está algo harto de los límites del plano físico-denso) & frustran por otro (al haber descubierto otra realidad con más libertad de movimiento & verse encerrado de nuevo, como el genio en la botella). “Todo es dual, todo tiene dos polos”.
Namasté!!
P.D.: “Perdonad, porque necesitáis ser perdonados. Y amad, porque también necesitáis ser amados. Pero no juzguéis, porque también vosotros seréis juzgados”.
(Acaba de venírseme esto a la cabeza, ¿tendré dotes de médium o canalizador?)
